Productos cárnicos

Esta serie de 9 fotografías performativas, nace de la rabia como un motor creativo, una rabia que emana de quienes habitamos en los márgenes, aquellos cuerpos no normativos que desafían constantemente las convenciones sociales y estéticas. Utilizando mi propio cuerpo como materia prima, he recurrido a la fotografía y la performance para transmutar el dolor y la furia de ser un «otro» en un documento artístico que invita a la reflexión.

La carne como material artístico se convierte en el vehículo a través del cual desestabilizo las nociones preconcebidas de belleza y aceptabilidad. Los elementos simbólicos como cuchillos, cuerdas, y cristal actúan como metáforas de las agresiones, etiquetas y barreras invisibles que enfrentamos. Estos objetos no solo representan la violencia externa, sino también la lucha interna por la autoaceptación y la resiliencia.

Inspirado por figuras como David Nebreda, Gina Pane, o Pedro Lemebel, mi trabajo sigue la tradición de la performance documentada, donde la fotografía no solo registra la acción, sino que se convierte en la obra misma. Cada imagen está compuesta para capturar la intensidad del momento y ofrecer al espectador una experiencia visceral, apelando a su empatía y confrontándolos con su propio entendimiento de la fragilidad y fortaleza humanas.

Este proyecto busca no solo visibilizar a los cuerpos marginados, sino también invitar al espectador a cuestionar las estructuras que dictan qué cuerpos merecen ser vistos y celebrados. Al hacerlo, espero que mi trabajo no solo sea un acto de resistencia, sino también una llamada a la empatía y a la aceptación de lo diferente.